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miércoles, 10 de junio de 2009

¿Más vida para Garoña?


Tras la desgracia ocurrida en Chernóbil y durante los últimos 20 años ha crecido en la opinión pública un movimiento llamado anti-nuclear en pro de la energía renovable. Existe un rechazo frontal y generalizado a la energía nuclear por un hecho que ocurrió en la Rusia de 1986 que fueron causados por la ausencia de medidas y controles necesarios para la generación de la energía en la central. Es cierto que las consecuencias fueron catastróficas pero también pienso que es fácil dejarse llevar por la opinión generalizada basándose en un hecho histórico que no es posible extrapolar a España (creo que ocurre bastante en este país, las masas se mueven por tendencias y modas sin hacer antes un análisis crítico de la situación y siendo coherente con la realidad en la que vivimos).

Actualmente, está en pleno debate si el Gobierno aprobará o no la continuación de la vida de la central nuclear de Garoña diez años más. Hasta el momento el Gobierno no se ha posicionado pero es de todos sabidos que siempre se ha profesado en defensa de las energías renovables. Uno de los planes iniciales para España con su llegada a la Moncloa era la sustitución de la energía nuclear por la renovable en su totalidad. Creo que esa idea es defendida bajo la absoluta ignorancia, y me explico.

Es de muchos sabido que las energías renovables son un complemento a las energías generadas por las centrales, carbón, petróleo… pero parece ser que pocos conocen que su capacidad de abastecimiento es mínima por razones tan simples como que los molinos de viento sólo producen cuando hay viento (y la energía que no pueda utilizarse en ese momento se desperdicia porque no se puede acumular) y las placas solares sólo pueden generar energía con la luz del día. Se han hecho diversas estimaciones sobre qué sucedería si en España finalmente se apoyara las energías renovables frente al resto y se ha visto que, lo primer la factura de la luz que recibimos mensualmente en cada uno de nuestros hogares se duplicaría y además, nos haría ser un país dependiente de otros países que si son generadores de energía como Ruisa o Francia ( que también tiene energías nucleares en el sur del país).

Si bien es cierto que la energía nuclear tiene sus desventajas. Una es la posibilidad de que sucediera lo mismo que sucedió en Chernóbil, algo bastante improbable porque en España las centrales están altamente controladas, de hecho, es uno de los sectores industriales con menor número de empleados afectados, el riesgo laboral es mínimo comparado con otros. También es conocida la pregunta, ¿y qué se hacen con los residuos que tardan en descomponerse cientos de años? si bien es cierto que es necesario un larguísimo tiempo para lograr su desaparición pero también lo es que son residuos altamente controlados y vigilados mientras que no sucede lo mismo con los residuos generados por otros sectores; un ejemplo de ello es el CO2 que expulsan muchas fábricas y que lleva el mismo tiempo que los residuos nucleares en desintegrarse en la atmósfera.

Soy partidaria de que alarguen la vida a Garoña, de la apertura de nuevas centrales nucleares en España con el consiguiente desaparición de la generación de energía a través del carbón (de alto nivel contaminante). No por ello no se ha de invertir en las energías renovables, sino todo lo contrario, ya que en un futuro pueden ser una gran fuente de energía limpia... pero eso sólo se conseguirá invirtiendo en I+D+I ya que quizás lo que se esté instalando ahora sea simplemente... chatarra.

Veremos en qué queda todo esto…

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