Todas las crisis que ha sucedido en épocas anteriores, sufrieron tanto la economía real como la financiera. La crisis que estamos sufriendo en estos últimos años también ha traspasado los mercados, provocando cinco millones de parados en España y el continuo rescate de países europeos para la salvaguarda de nuestra Europa.
Todos conocéis la historia:
- La alta exposición de la banca sobre el ladrillo, fruto de una errónea gestión por la concentración de riesgo y la no diversificación.
- La utilización de productos financieros cada vez más complejos y sin regulación.
El caso de las titulizaciones de préstamos hipotecarios que permiten derivar el riesgo del activo a una agencia negociadora.
El uso de derivados, productos complejos de fuertes fluctuaciones que pueden llevar a obtener grandes beneficios pero, también grandes pérdidas.
Una mala gestión, la falta de supervisión... todo ello originó grandes agujeros en las entidades financieras que tuvieron que ser salvadas finalmente con dinero público de los Gobiernos para evitar un mal peor. Esto generó un gran déficit en las cuentas públicas y con ello la necesidad de una mayor recaudación de impuestos. Se inició el proceso de destrucción de empleo que se convirtió en un círculo vicioso ante la negativa de las entidades financieras de conceder préstamos ante la posibilidad de aumentar el ratio de mora. Esto es entonces, una descripción de cómo la economía financiera ha afectado a la economía real.
Además de esta historia que es de todos conocida, y como en esta última época se ha puesto de moda el tema de las burbujas (punto com, inmobiliaria, ...), en estos momentos se están cociendo otras. Es de todos sabidos que las redes sociales se encuentran en auge y apostaría a que continuará con fuerza hacia el futuro, ante esa necesidad del ser humano por comunicarse de forma tan masiva y fácil.
Ante la crisis acontecida, se buscan valores seguros: el oro, la plata, las materias primas, etc... el mercado de las commodities. Un mercado tradicional, quizás aburrido que está tomando un alto ritmo de negocio ante la no necesidad de recurrir a Bolsas tradicionales y contar con mercados de acciones privadas.
En el último año, el precio del maíz en el mercado de Chicago ha subido un 88%, el del trigo un 49% y la soja un 38%. ¿Qué le ocurre a las materias primas? ¿Han comenzado un nuevo ciclo en la economía financiera?, sin duda, resultado de la especulación. Es en el mercado de derivados donde se apuesta si el producto 'X' va a aumentar de precio o al contrario.
De nuevo, las burbujas están empezando a tomar forma, amenazando a la estabilidad en la economía real, provocando que el precio de los productos básicos aumenten de precio.
Mi opinión sobre estos escenarios es que estoy a favor del mercado financiero siempre y cuando no afecte de manera tan negativa a la real, limitar de alguna manera el potencial daño que se puede hacer a la sociedad. Si es verdad que van de la mano, y es por eso que creo que deberían establecerse más normativas de supervisión y control que asegurase que al menos, lo pasado no vuelva a suceder.
Si es cierto que se han tomado medidas, pero a todas las encuentro un pero:
> Si es cierto que las entidades están aplicando la normativa de Basilea que garantiza que esta mantiene retenido parte de capital en función del riesgo al que está expuesto. De momento los ratios son bajos y se tiene estipulado su aumento en los siguientes años. Estoy a la expectativa.
> Si es cierto que las Cajas están sufriendo un proceso de fusión para fortalecerse pero aún así, es insuficiente: los activos tóxicos se mantienen en sus balances. En EEUU se dijo "too big to fail' es decir, a una entidad con grandes dimensiones no se la puede dejar caer por todo lo que acarrearía. Tras la crisis, las entidades supervivientes han aumentado de tamaño, las Cajas, se han hecho más grandes. En mi opinión, sería necesario limitar el tamaño de las entidades y otras compañías que puedan ocasionar daños irreversibles a un país. Esto no va a suceder porque hay muchos intereses económicos que se interpondrían..
> Es cierto que algunas entidades han recibido ayudas con el fin de reactivar la economía sin dar frutos; creo que habría que haber suministrado liquidez a las entidades de otra forma: un porcentaje destinado a limpiar sus balances y otro porcentaje a asegurar la continuidad en la concesión de préstamos, de otra forma, no es posible.
Si comparamos el primer escenario con el segundo vemos que el primero ya lo hemos vivido, y el segundo estamos en ello. Consideraría muy injusto que a causa de las especulaciones sobre las materias primas, comprar tomate o limones en el mercado llevara el precio de la cesta de la compra a términos insospechados. Una medida que tomaría si fuera gobernante, sería limitar la especulación sobre los alimentos básicos, sobre el oro, la plata,... afectan de alguna manera pero no son necidades tan primarias. Y limitar como antes comenté, que el mercado financiero generara tanto daño en la economía real. No estoy en contra de este primero, pero tras los hechos acontecidos y para salvaguardar el bienestar de la clase media, lo consideraría conveniente, si yo algun día... quién sabe, fuera gobernante.
Y tú, ¿qué opinas?
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